Tenía casí una hora sin hacer nada, más que estar acostada en el apartamento que compartía con mis hermanos mayores y uno de sus mejores amigos,David. La verdad estaba más bien harta de estar encerrada en el mismo lugar día tras día, así que tomé un poco de dinero que tenía en mi habitación, sabía que a Alan no le gustaba que saliera sola, pero la verdad esque ya estaba un poco grandecita para andar de la mano con él; así que me limite a decirle que saldría por unas cuantas horas, parecía un poco enojado pero no me importó, tomé las llaves del apartamento y pedí un taxi en la resepción.
Ya en dentro de esté pedí al conductor que me llevara a la Quinta Avenida, aún no había decidido a dónde iría, bajé en el lugar que había pedido que me llevarán, pagué al taxista su tanto y me pusé a caminar por aquella avenida llena de gente al parecer "ocupada".
Tenía un asunto pendiente que hacer en aquel lugar, pero la verdad esque daba un poco de verguenza, había aceptado un estúpido reto, el cuál consistía en ir cantando por esta misma avenida la canción Alejandro de la cantante Lady Gaga, no era que odiara aquella canción, pero para la gente con quién me cruzara sería raro ver a una chica cantando esa canción, más bien gritandola, pero ya había dicho que lo haría así que no podía hecharme para atrás, tomé una bocanada de aire y entrecerre los ojos, sería mejor así.
"She's got both hands in her pocket, and she won't look at you, won't look at you. She hides true love en su bolsillo she's got a halo 'round her finger, around you. You know that I love you boy, hot like México, rejoice [...]
Don't call my name, don't call my name Alejandro. I'm not your babe, I'm not yout babe Fernando"comenzé en voz alta. Aquello era lo más vergonsozo que había hecho en toda mi vida, pero había dicho que lo haría así que sin más lo cumplí.
Sentía la mirada de las personas a mi alrededor, algunas a mis espaldas, otras a mis lados. Ya eso era suficiente, abrí los ojos con las mejillas ardiendo, deseaba no volver a tener que hacer aquello.
Miré a todos lados, para poder encontrar un lugar en dónde poder "esconderme", no quería que nadie me viera después de haber hecho aquello, sentía que cada persona con la que me topaba me dedicaba una mirada reprobatoría. Prontó capte la mejor dulcería en USA, según se decía, ya había comprado de vez en cuando algunas golosinas en ese lugar. Entre a la tienda la cuál estaba llenisima de niños pequeños con sus madres, sus llantos de vez en cuando me sacaban de quicio, pero en esos momentos la verdad no les estaba poniendo ni un mínimo de atención. Le pedí a la encargada un chocolate, cuando me lo entrego le pagué lo que correspondía y salí del local, la mayoría de las personas que habían visto lo que recién había hecho.
Prontó divisé a alguién quién se me hacía completamente conocido, y me acequé a paso lento pero seguro.
"¿David?" pregunté. La verdad esque no estaba segura si era él, porque según había escuchado David tenía un hermano gemelo. "¿Puedo?" pregunté, señalando la silla vacía que había frente a él.